TARTA ALPACA

       Tengo que reconocer que en lo que se refiere a gustos sobra animales favoritos he aprendido muuucho este año. Hasta ahora, las peticiones para añadir animales a las tartas se habían limitado a gatos, perros, peces o dibujos animados. Pero este año, he pasado a un nuevo nivel con erizos y alpacas. Podéis creerme si os digo que cuando me pidieron esta tarta, no tenía una idea clara de cómo era una alpaca, y la referencia que me dieron no ayudaba mucho: "Son monísimas", "Tienen una cara tan simpática", "Parece que se rien todo el tiempo"......  Eso también lo dicen de los Carlinos y sinceramente, no utilizaría ninguna de esas frases para definirlos.

 Por si no fuera suficiente reto, si a la pregunta de ¿De que sabor queréis la tarta? la respuesta es: "Da igual, nunca come tartas" , la sensación es algo así como, "Bien, esto va a ser rizar el rizo" .
Tras una búsqueda por San Google de fotografías de alpacas, ( hay que reconocer que realmente parecen muy simpáticas) , y decidir que, aunque la destinataria no coma tartas, sus invitados si, y el chocolate es apuesta segura, me puse manos a la obra.

 
   La figura de la alpaca la hice de una sola pieza, para darle la mayor estabilidad posible. La lana que le cubre el cuerpo es glasa madre, para que se secara rápido.
Una apreciación sobre este tema; con la glasa taaaan densa consigues unas agujetas en la mano como no sabía que fuese posible, hubo momentos en que tuve que utilizar derecha e izquierda a la vez porque no sentía los dedos.  Pero funcionar, funciona.

 

       Lo mejor de todo, cuando me dijeron que por primera vez en su vida, no solo probó la tarta si no que se comió un porción entera. Subidón, subidón.