Como estamos en temporada de comuniones, me he decidido por fin a subir algunas de las mesas de dulces que hice el año pasado (siempre a la última....). Ninguna de las mesas que hice se parecen porque aunque eran mesas de comunión no nos centramos tanto en la fecha como en los gustos personales de cada niño, me parece importante ya que es su día y las mesas de comunión fueron en todos los casos regalos de familiares.
Una queja que oigo mucho últimamente a todos los invitados a comuniones que conozco es el famoso: ¿Que regalo, si tienen de todo? Y reconozco que es verdad, que sorprender es realmente difícil, y ni siquiera estoy hablando de regalos más o menos caros, si no de sorprender. Quien más quien menos tiene el último móvil, la última tablet, el último ordenador , la PS4, el último video-juego o acceso a ellos. Y si le falta algo de esto, se lo van a regalar o sus padres o los abuelos o algún tío ya se ha puesto de acuerdo para hacerlo.
Resumiendo, que el quebradero de cabeza es importante y una alternativa es regalar experiencias, o como en este caso, una fiesta con los amigos lo más personal posible. Se eligen las chucherías preferidas y el motivo de la mesa pensando exclusivamente en el homenajeado y sobre todo, que no se entere de lo que se está preparando hasta que llegue eldía y lo vea.
Para la comunión de Francisco se le preparó la mesa pensando en su actividad favorita, el tenis y como color el verde. Galletas personalizadas de dos tipos, las grandes cubiertas de fondant texturizado y las pequeñas, de masa teñida; nunca antes había teñido masa como única decoración de galleta y me gustó mucho, de hecho, el proyecto que tengo entre manos es con masa teñida,ya veremos el resultado.
Dar las gracias a la tía de Francisco por la confianza en mi trabajo y por acordarse de enviarme unas fotos de el en el día de su comunión al ver la mesa.
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