GALLETAS RECORTABLES

      Siguiendo con mis experimentos con la pintura sobre glasa y buscando inspiración en casi cualquier cosa, estas son la últimas galletas que han salido del horno.
Quería hacer galletas de formato grande y hace unos meses compré un kit de cortadores de galleta para hacer una casa de jengibre. O de lo que quieras, pero los cortadores resultaron no ser muy efectivos porque como podéis comprobar fijándoos un poco, la linea recta no es su fuerte.

Pero como ya os he comentado en otras ocasiones, el departamento de I+D está en modo creativo, o roñoso, y ha decidido que todo debe tener una segunda oportunidad, o una tercera, o las que sean, pero sobre todo, que nada se tira y todo sirve. " Si el propósito para el que fue creado el objeto no es viable, quizá te sorprenda su nueva vida."
 
   Puestos a seguir la máxima que el departamento se ha empeñado en repetir últimamente y coincidiendo con mi deseo de hacer galletas de gran tamaño, utilicé parte de los cortadores para hacer fachadas y busqué otros entre mi colección para hacer alguna galleta que complementara.

     Este cortador de coche, que ni recuerdo cuando ni donde lo compré, y que, aunque me gusta un montón aún no le había dado una oportunidad y con un recorte de masa que me sobraba, terminé la panorámica que tenía en la cabeza.












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La inspiración en esta ocasión vino de una tira de recortables para pintar.


  Es cierto que los dibujos no se parecen en prácticamente nada a los que compré para pintar, pero si la idea de que los dibujos tuvieran un cierto aire naif y ningún color fuera del negro  y blanco.

                        Esta chica me encanta. El resto de las galletas las he regalado pero mi conductora                                 me la he quedado de recuerdo.

    No descarto que siga aumentando la ciudad porque el estilo de estos dibujos me encanta, y este fin de semana he estado viendo fotos que he hecho de fachadas por ciudades europeas y son fácilmente interpretables  a este estilo de dibujo.