Se que aún me faltan muchas tartas por subir pero he decidido empezar por la última a ver si me motivo. En mi descargo diré que tengo un proyecto para la página y que tengo que reunirme con mi software developer, le llevaré mis brainstorming, tendremos un briefing y espero que salga justo lo que tengo en mente. Todo esto siempre y cuando, mi developer me invite a comer, claro. Toma nota, hermano ;).
Si hay algo que me enorgullece y mucho, es cuando alguien que me encargó una tarta decide repetir, me encanta. Y esta es la segunda tarta para Irene, TARTA PARA IRENE Y TUCIO, y si en la anterior contaba una historia, en esta no podía ser menos. Y de las ideas que me dieron, me decidí por la que refleja el cambio de vida que va a tener dentro de poco, por una parte emocionante y por otra aventura.
Que te digan que no saben si les gustó más por dentro o por fuera es un regalazo (muchas gracias, Mariví), que dejen a tu elección todo y que te digan que acertaste es lo más. Aunque me lo dejaste muy fácil, el bizcocho de naranja confitada también es de mis favoritos y la combinación de naranja y chocolate es de las mejores.
Lo dicho, ha sido un placer hacer una tarta para vosotros, saber que tu trabajo se disfruta es genial.
Y que os vais a tomar un helado a mi salud (de la heladería que hay bajo el puente; fué mi primer helado en Italia y aún lo recuerdo). Yo seguiré soñando con volver.
Tienes toda la razón del mundo, pero aunque he tenido vacaciones, no he tenido tiempo, aunque suene contradictorio. Por cierto, chocolate+naranja=acierto seguro
ResponderEliminarUn besote